miércoles, 15 de abril de 2020

El secreto está en la masa


La espectrometría de masas es una técnica de análisis para compuestos orgánicos, que son los formados principalmente por C, H, O y N, además de otros elementos. Consiste en monitorizar la masa del compuesto (analito) en relación a la carga que se  incorpora suministrando un voltaje controlado a la muestra mediante una diferencia de potencial y separando las masas que son diferentes. Es una técnica destructiva por lo que al finalizar el análisis la muestra habrá desaparecido y no se podrá recuperar.

Electrospray: lugar donde se genera la diferencia de potencial aplicada a la muestra para añadirle la carga.


La espectrometría de masas (EMS por sus siglas en inglés) se utiliza para conocer los compuestos presentes en la muestra y la cantidad de los mismos. Se necesita una cantidad muy pequeña de muestra. No todos los compuestos orgánicos se pueden analizar mediante esta técnica, pero si una gran mayoría. 

Espectrómetro de Masas de alta resolución.


Debido a que los compuestos orgánicos que se pueden formar son infinitos, desde moléculas con pesos moleculares bajos como el metano, hasta moléculas con pesos moleculares elevados como las proteínas, hay que tener en cuenta algunas consideraciones a la hora de llevar a cabo el análisis. Además del tamaño, hay otros factores que influyen en un análisis químico de una muestra desconocida. Sin embargo, siempre tenemos que tener en cuenta lo siguiente:

¿QUÉ QUIERO ANALIZAR?
Antes de llevar a cabo el análisis por EMS hay que preparar la muestra. Este proceso depende completamente del analito de interés, siguiéndose distintos protocolos de preparación. Por ejemplo, para una muestra de vino podríamos escoger diferentes protocolos en función de lo que queramos analizar: el contenido de alcohol, los polifenoles, azúcares, ácidos… Además, hay que tener en cuenta que lo que queramos analizar determinará el tipo de análisis que se llevará a cabo. Este paso es fundamental, porque si la muestra no está bien preparada,  el compuesto de interés puede que no se detecte y tendríamos un falso negativo.

¿QUÉ TIENE MI MUESTRA?
En casi todos los casos, el analito de interés se encuentra en la muestra en forma de mezcla,  por lo que tenemos que separarlo. Hay dos formas de separarlo del resto de sustancias presentes que no nos interesan: en la etapa de preparación de muestra o en el propio equipo que va a medir. En este último caso, se denominan técnicas acopladas de cromatografía y espectrometría de masas. Cuando se utiliza la cromatografía (existen varios tipos que se eligen en función de las características del analito) se utiliza una columna para separar los compuestos. La columna es un “tubo” de diferente tamaño y diámetro que contiene un relleno en el interior que influye en la separación que se lleve a cabo. También puede afectar lo que haya en la mezcla, ya que puede haber compuestos que inhiban la adición de la carga necesaria para medir la masa y entonces esa muestra no se podría medir.


Espectrómetros de masas acoplados a cromatógrafos: a) Cromatógrafo de gases acoplado a un espectrómetro de masas de baja resolución. b) Cromatógrafo de líquidos acoplado a espectrómetro de masas de alta resolución.


Cuando analizamos por la técnica de EMS, obtenemos lo que llamamos un espectro de masas en el que se ven representadas las masas en forma de gráfico de barras y que constituyen la huella dactilar de los compuestos analizados. Dependiendo del tipo de espectrómetro de masas que tengamos, se pueden obtener dos tipos de espectros. Si usamos un equipo de baja resolución, vemos un espectro con varias barras con distintas masas y dos decimales que se obtienen al “romper” la molécula con una energía fija de 70 eV. Lo que se observan, por tanto, son fragmentos del compuesto de interés. El valor de energía es fijo para todos los equipos porque así se puede obtener siempre el mismo espectro para el mismo compuesto y los podremos comparar. Estos espectros se guardan en bibliotecas que se comparten en todo el mundo. Si se utiliza un espectrómetro de masas de alta resolución, se obtiene un gráfico de barras pero con un valor de masa de cinco decimales que se corresponde con la masa del compuesto completo +1, ya que al añadir la carga, en este caso se suele añadir en forma de un átomo de hidrógeno con carga positiva (H+1). Este espectro también es como una huella dactilar del compuesto, aunque en este caso si sería la misma para todos los compuestos que tengan el mismo número de átomos de los elementos que lo formen. Con esta técnica, no podemos distinguir cómo se han ordenado los átomos para formar el compuesto.

 Espectros de masas. A la izquierda se representa un espectro de masas de baja resolución (sólo dos decimales y se ven los fragmentos del compuesto de interés). A la derecha se ve un espectro de masas de alta resolución en el que se compara el valor experimental y teórico con cinco decimales y la masa del compuesto completo.

Para qué se utiliza la Espectrometría de Masas:

Dependiendo del tipo de acoplamiento que tengamos, las aplicaciones serán diferentes. En el caso de la cromatografía de gases acoplada a espectrometría de masas se analizan compuestos orgánicos volátiles, tiene diversas aplicaciones en el mundo industrial: por ejemplo conocer la composición de las fracciones volátiles del petróleo, análisis de contaminantes en agua, seguimiento de reacciones químicas y conocimiento del grado de pureza de compuestos químicos. También se utiliza en análisis de azúcares en extractos vegetales y análisis de algunas drogas. En el caso de la cromatografía de líquidos acoplada a espectrometría de masas se puede utilizar para análisis de muestras biológicas, como la presencia de medicamentos en sangre u órganos, análisis de contaminantes en aguas, análisis de pesticidas etc.

A continuación presentamos algunos ejemplos de análisis realizados en la unidad de EMS del SCAI:

Compuestos volátiles en fresas:
Desde hace un par de años, se están midiendo numerosos compuestos volátiles presentes en las fresas. Se utiliza un cromatógrafo de gases para poder separarlos todos. En este caso, la preparación de la muestra es mínima, ya que el equipo dispone de un sistema de introducción de muestra que consiste en calentar la fresa triturada, mientras una fibra con un adsorbente se introduce en el vial (bote que contiene la muestra). Los compuestos se adhieren a esa superficie y después se desorben en el equipo para que circulen por la columna y se separen. Al final del análisis, el resultado que se obtiene es el conocimiento de los volátiles presentes y su cantidad. El objetivo es medir una serie de volátiles en fresa y otros frutos rojos que son responsables del aroma del fruto, y por lo tanto es una característica organoléptica importante, apreciada por los consumidores. En una segunda parte, se asociaran los volátiles medidos con técnicas genómicas, para identificar y validar genes responsables de la síntesis de esos volátiles. Esto podría ayudar a mejorar la selección de variedades de fresa con 'un aroma perfeccionado'.



Análisis de medicamentos:
Utilizando la técnica de cromatografía de líquidos acoplada a espectrometría de masas se ha determinado la cantidad de distintos medicamentos presentes en muestras biológicas. Algunos de los medicamentos ensayados han sido: amoxicilina, ácido amoxicilóico, dicetopiperacina y la hidroxicloroquina (utilizada en el tratamiento de la malaria y el lupus). En estos casos, la preparación de la muestra es un proceso más largo, ya que se hace necesaria la eliminación de compuestos que puedan interferir tanto en la ionización del analito (adición de la carga) como en la detección del mismo por problemas de contaminación. En estos casos se evalúa tanto la presencia o ausencia del medicamento como la cantidad detectada.

A la izquierda un ejemplo de pastillas de amoxicilina. A la derecha la molécula de hidroxicloroquina.


Análisis de pesticidas en agua:
También se ha analizado la presencia de glifosato y malatión en muestras acuosas. Estas sustancias son herbicidas con efectos nocivos y se está investigando cómo reducir la presencia de los mismos en diversas muestras. En este caso, se ensayaron muestras de agua tratadas con diferentes métodos para eliminar la presencia de estos herbicidas. Se quería comprobar tanto la reducción en la concentración como la eliminación de los mismos. Los resultados obtenidos fueron satisfactorios. Además, se podría analizar la presencia de estos pesticidas en las propias plantas y en el suelo en el que crecen para realizar así un estudio más completo de su presencia.

Como se puede observar, la técnica de EMS es muy versátil pudiendo analizar una cantidad muy elevada de compuestos en distintas muestras.

Sara Fernández-Palacios Campos
Unidad Espectrometría de Masas





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